viernes, 24 de septiembre de 2010

salud sexual y reproductiva

Salud sexual y reproductiva

Teniendo en cuenta que la Salud Sexual y Reproductiva no debe ser un tema de moda ni ser promovida cuando existan algunas dificultades o altos índices de embarazos en adolescentes, infecciones de trasmisión sexual y poca responsabilidad al momento de planificar.
La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".[1] [2]
Por su parte, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha definido la salud sexual como "la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad."[3]
Ambos organismos consideran que, para que pueda lograrse y mantenerse la salud sexual, deben respetarse los derechos sexuales de todas las personas. En efecto, para lograrla, la OMS asegura que se requiere un "enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia."[1]
Es conveniente diferenciar la salud sexual, enfocada a la salud en las relaciones sexuales y la salud reproductiva enfocada a la reproducción sexual y a la procreación.
A pesar de las grandes diferencias existentes en la región en cuanto a la conceptualización y acciones referentes a esta temática, deben resaltarse las iniciativas realizadas hasta la fecha. En algunos países se han llegado a implementar servicios y programas a nivel gubernamental. No obstante, este tema aún genera conflictos por los tabúes y mitos existentes, tales como que brindar educación y atención en esta área generará libertinaje y no libertad; que aumentarán las relaciones coitales no protegidas y la precocidad sexual. Este fenómeno puede ocasionar que este tipo de programas pierdan continuidad y respaldo político.
En este sentido, se aprecia la necesidad de crear espacios de discusión sobre este tema, siendo esto una cuestión clave para el diseño de políticas de juventud.
Asimismo, existe consenso en resaltar el deber de respetar la sexualidad del ser humano y la libertad en sus opciones y decisiones. La salud sexual y la salud reproductiva (que involucra aspectos de carácter biológico, psicológico, sociológico y cultural), por tanto, debe basarse en tres principios: individualización (tomar en consideración las diferencias individuales); respeto a la dignidad humana (valores personales y de grupo); libre determinación (frente a las alternativas existentes es la persona quien decide en última instancia).

La salud sexual y reproductiva de los y las adolescentes es motivo de preocupación de diferentes organismos de salud nacional e internacional. Es bien sabido que las cifras de los embarazos adolescentes y los datos acerca de los diferentes riesgos que pueden correr en cuanto a su actividad sexual no planificada, se han disparado en los últimos años. La Región Caribe en particular, es una de las zonas del país con mayor incidencia de embarazos en adolescentes;  las investigaciones revelan que la carencia de información influye de forma significativa en la toma de decisiones concernientes a la sexualidad y elección adecuada de métodos anticonceptivos en los jóvenes adolescentes colombianos.  Hoy en Corte Colombiano tendremos la oportunidad de ver de cerca una labor importante  que una mujer como Vigilia, ha escogido como proyecto de vida y que sin proponérselo no sólo está aportando a la salud sexual de muchos sino también creando espacios de convivencia y paz.

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